Aquí tenéis el texto que mandé. Por el momento había que hacer los ejercicios 1 (tema), 2(resumen), 3 (estructura) y 4(determinar la modalidad y el género textual).
ADIÓS A LA BUENA LETRA
Desde que el ordenador y el correo electrónico terminaron con las
cartas y las novelas manuscritas, la vieja fórmula de la escritura
-papel y lápiz- parece reservada a las escuelas. No obstante, la
realidad digital de las nuevas generaciones y la apuesta por llevar
computadoras a las aulas puede poner en peligro ese último reducto. Eso
sí, lo que para un escritor puede no ser más que un medio, una simple
herramienta, para un estudiante puede ser un fin en sí mismo.
Hace mucho que la mayoría de los escritores cambió la pluma (o el
bolígrafo) por el teclado, una tendencia extendida al resto de la
sociedad. La comodidad y el ahorro de tiempo son evidentes, pero ¿se
escribía mejor, es decir, más correctamente, cuando se usaba el
bolígrafo? El semiólogo y novelista Umberto Eco encendió la alarma el
mes pasado a raíz de un informe que desvelaba que la mitad de los niños
italianos tienen problemas para escribir a mano. Siguiendo su propia
terminología, Eco se mostraba bastante más apocalíptico que integrado.
Después de recordar que cada vez más jóvenes recurren a escribirlo todo
en mayúsculas cuando lo hacen directamente sobre el papel, el autor de El nombre de la rosa
remontaba la decadencia a mucho antes de la aparición de los
ordenadores y los teléfonos móviles. En su opinión, aunque la pulcritud
de la escritura no asegura la brillantez mental, el largo declive de la
enseñanza de la caligrafía en las escuelas ha ido minando el aprendizaje
de una habilidad psicomotriz que "favorece la coordinación entre mano y
ojo". [...].
Para Gómez Torrego el peligro surge cuando el hábito de no releer lo que
se escribe se da en un estudiante con una "ortografía vacilante". La
popularidad de los SMS entre los jóvenes no hace más que contribuir a la
confusión: "Los chicos suelen decir: da lo mismo, nos entendemos. Y
algunos colegas míos sostienen que es una jerga, que no hay que darle
importancia. Claro que es legítimo abreviar al escribir en un teléfono,
pero si no se forma bien, los adolescentes no sabrán cambiar de registro
y terminarán escribiendo igual en un examen que en el móvil". Una de
las soluciones está en rescatar una de las herramientas más antiguas de
la enseñanza de la lengua: el dictado. "Yo soy muy pro dictado", dice el
profesor Torrego. "Es una pena que se hayan ido eliminando porque eso
ha hecho que los niños tengan menos conciencia de la ortografía. Y no
hace falta caer en las aberraciones del pasado de hacer repetir una
palabra cien veces si se había escrito mal. Con cinco vale si se sabe
explicar bien dónde está el error". ¿Y si el dictado se hiciera a
ordenador? "Ah, sería interesante comprobar lo que ocurre. No soy
psicólogo cognitivo, pero creo que un ejercicio así certificaría que el
gran problema es el propio mecanismo mental, la conciencia de lo que se
escribe".
(Juan Rodríguez Marcos. El País, 22 de octubre de 2009)
Este texto está extractado de un texto más largo. Tenéis el texto original y completo, pinchando en este enlace:
https://elpais.com/diario/2009/10/22/sociedad/1256162401_850215.html
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